¿ES NECESARIA UNA SUSTANCIA QUÍMICA PARA CREAR UNA ADICCIÓN?
ADICCIONES SIN QUÍMICA
Una droga es una sustancia que es capaz de modificar nuestra conducta y por supuesto nuestro estado de ánimo. Esto se da porque la droga aumenta los niveles del neurotransmisor llamado Dopamina (DA).
La sensación de euforia de los adictos es causada por la Dopamina, que es aumentada por la droga y así sucesivamente.
Pero curiosamente, la Dopamina puede aumentar sin necesidad de sustancia química (droga).
Las personas podemos hacer uso de sustancias y/o conductas y hacernos adictos a ellas.
Un sujeto, normalmente hace uso de la sustancia y/o conducta, en este punto podemos decir que por muy placentera que sea, la conducta y/o sustancia, está bajo control. El siguiente paso es el abuso, donde ya se pierde el control sobre la conducta y/o sustancia y por último se crea la adicción.
Los sujetos adictos a sustancias y/o conductas, se habituarán a niveles altos de Dopamina y cada vez les costará más renunciar a aquello que hace que sus niveles Dopaminérgicos se eleven.
La distinción entre drogas duras y drogas blandas es irrelevante, no nos importa demasiado como psicólogos y profesionales de la conducta, es tremendamente más importante el grado de dependencia que la persona tiene.
En este artículo, nos vamos a centrar en la adicciones no tóxicas, aquellas adicciones que no se fundamentan en sustancias químicas, si no que se basan en conductas de la vida diaria que por hacer usos anormales en función de la intensidad, de la frecuencia, de la cantidad de tiempo y dinero invertido o del grado de interferencia en las relaciones familiares, sociales y laborales de las personas implicadas.
Las adicciones psicológicas son una realidad. No se exagera si decimos que algunas conductas, como la dependencia a los video juegos, la hipersexualidad, la adicción a la comida, la adicción al ejercicio físico, las compras excesivas, el no desconectar del trabajo… se puede considerar psicopatológicamente como adicciones.
Un marcador determinante de si una conducta es adictiva o no, es si esa conducta es controlada por reforzadores positivos en un principio y terminan siendo reforzadores negativos los que mantienen la conducta. Por ejemplo, el aspecto placentero de la comida puede ser el refuerzo positivo para empezar a comer y el malestar que se evita al comer de manera desmesurada, será el refuerzo negativo. En estos casos la persona dependiente, actúa con ansia y de forma impulsiva y pierde todo interés por otras actividades, ya que ninguna iguala lo que siente con la actividad de la que ya se ha convertido en adicto.
Curiosamente en las adicciones psicológicas no son frecuentes las politoxicomanías. Desde una perspectiva terapéutica, siempre es muy baja la motivación para empezar y continuar el tratamiento pero, en las adicciones psicológicas la motivación por el tratamiento es mayor que en las adicciones químicas.
A continuación vamos a comentar resumidamente algunas de las adicciones no químicas que hemos enumerado durante el artículo.
Adicción al juego.
La afición a los juegos de azar o de habilidad está muy arraigada en nuestra sociedad. El juego patológico se caracteriza por la incapacidad del sujeto para controlarse y por la alteración que se produce en áreas significativas de su vida porque el juego se convierte en el centro de la vida de la persona. El sujeto se ve incapaz de dejar de jugar por muchos motivos como por ejemplo, apostar para intentar recuperar el dinero o simplemente porque la conducta esta instaurada en la persona.
Adicción a internet.
Los ordenadores e internet son herramientas que utilizamos diariamente para trabajar o como instrumento de ocio y comunicación. Lo que diferencia a una persona que hace uso normal de la que tiene una adicción es precisamente su uso y si su reacción hacia las nuevas tecnologías es normal o no. Algunos signos son, comprobación reiterada del correo electrónico, uso abusivo de chats, teléfono, la inversión sin justificación de dinero en servicios “on line”, búsqueda de satisfacción inmediata y de huir de los problemas…
Tanto en la adicción al juego como en la adicción a las tecnologías los síntomas son los mismos, pérdida de control, ansiedad, insomnio, irritabilidad, inestabilidad emocional y dificultades para relacionarse con las personas más cercanas.
Adicción al trabajo.
La adicción al trabajo se caracteriza por una implicación progresiva, excesiva y no adaptativa a la actividad laboral, se pierde el control y la persona no sabe qué hacer si no está trabajado. Vivimos en una sociedad de consumo en la que hay que trabajar para ganar dinero para poder consumir más, esto en ocasiones lleva a la persona a comportase de forma adictiva hacia el trabajo, centrando toda su vida alrededor de su trabajo.
Estas y otras adicciones son las que cualquier persona puede sufrir en un momento dado de su vida, superarlas es posible con la ayuda de un profesional. Si es tú caso, no te avergüences y ponle solución.
La adicción nunca debería ser tratada como un delito. Debe ser abordada como un problema de salud. (Ralph Nader)
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Desde el departamento de Psicología Clínica de Centro Psicopedagógico Gabaldón,estaremos encantados de ayudarte en el caso de que puedas padecer cualquier tipo de adicción. Lo mas importante es dar el primer paso y asumir que se puede padecer un problema y actuar en consecuencia a fin de evitar que dicho problema se agrave.Por ello disponemos de un servicio de primera consulta gratuita donde podrás exponernos tu caso y te ayudaremos a analizar las posibles soluciones y medias a tomar.
Virginia Berlanga Salón. Psicóloga
Centro Psicopedagógico Gabaldón
Neuroattention
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www.mejoratuatencion.com