“Tener más hijos implica una mejor planificación del tiempo y de la logística familiar”
A partir del primer hijo las prioridades familiares cambian, y por supuesto ni que decir con el nacimiento del segundo hijo. El tiempo de calidad con ellos es fundamental para el sano crecimiento emocional de nuestros hijos.
Tras el nacimiento de nuestro primer hijo y ni qué decir del segundo, cambia la vida de la pareja, pues ya no es la misma. La rutina, las prioridades y las salidas se modifican. Por ello, es importante cuidarnos de forma personal y en pareja. Ser padres no es incompatible con mantener a la persona con su individualidad y a la pareja con su intimidad. Padres sanos a nivel emocional es el mejor seguro para una crianza respetuosa y positiva.
¡No os descuideis papá y mamá, pues vuestro hijo o hija os necesita felices!
Cuida tu individualidad para tener fuerzas para cuidar a tu hijo. Si como persona te sientes bien, como madre o padre te sentirás mejor. No dejes por el camino tus amistades o tus metas personales o profesionales, trata de encajar todo en la medida de lo posible. Es cierto que ya no dispones de tanto tiempo como antes, pero trata de cuida los momentos, gestionar el tiempo y priorizar lo realmente importante para ti como persona individual, para ti como pareja y para ti y tus hijos como padre o madre.
“Con la llega de un niño no tenemos manuales de instrucciones, muchos padres nos cuentan que nadie les explica como hacer o qué hacer”
En el mercado actual hay muchísimos libros sobre crianza, aunque los niños no vengan con un manual, ya no hay excusas, pues los padres podemos ser mejores y formarnos en crianza, no hay nada que nos impida leer salvo las ganas de hacerlo. Si estás comprometido con tu paternidad o maternidad, infórmate, lee, indaga, fórmate, acude a charlas, todo ello os ayudará para poder desarrollar una crianza efectiva.
Cariño, ¡Vas a tener un hermanito!»
Darle un hermanito o hermanita a tu primer hijo es un regalo de por vida y el mejor que le puedes hacer, pues le estáis dando un compañero o compañera de vida, una persona con la que compartir muchos momentos felices y algunos no tanto, le estáis dando a una persona con la que contar y en la que confiar. De niños, jugarán juntos, aprenderán a compartir, serán el mejor apoyo el uno del otro, de adultos tendrán una persona con la que poder contar, un apoyo, una familia.
Son muchas las dudas que nos invaden cuando obtenemos los resultados de la prueba de embarazo, sobre todo, el miedo por herir a nuestro hijo o hija mayor o la preocupación sobre cómo se lo tomará el primogénito. “Mi hijo siempre ha sido “el rey de la casa”, me comentaba una mami en sesión. “Y ahora con el embarazo no sabemos como hacer para que no sienta desplazado, pues ahora la atención será compartida y con las demandas de un bebé, no podré atenderlo todo lo que necesita”. Los padres viven este hecho con cierta preocupación.
“Vas a tener un hermanito o hermanita” ¿cómo preparamos al “rey o reina” de la casa para este cambio?
Lo primero y más importante es que la familia, en este caso vosotros papás y mamás, hayáis asimilado que vais a ser padres de nuevo, una vez vosotros estéis seguros del embarazo y confiados, será momento de comentárselo a vuestro hijo o hija. No hay un momento mejor que otro o un tiempo recomendable, lo importante es trasmitir la noticia con un mensaje positivo para el niño o niña que la recibe. La confianza y seguridad hacia nuestro hijo o hija es muy importante, pues debemos hacerle sentir que no pierde sino que gana. Recomendamos transmitir la llegada de un nuevo miembro a la familia con positividad destacando las cosas buenas que tener un hermanito conlleva.
Una vez tuvimos una idea diferente con una familia, en este caso un niño de 5 años esperaba la llegada de una hermanita. Recomendamos a la familia tener un momento mágico con su hijo que involucrara al nuevo miembro por nacer. Recomendamos escribir una carta a su hijo mayor. Pero esta carta fue especial, pues la habría escrito “la hermanita” desde la barriga de mamá. En la carta la hermana le contaba a su hermano mayor las ganas que tenía de conocerle y de jugar con él. Le decía que estaba muy emocionada porque él la iba a cuidar y proteger cuando ella naciera. Junto con la carta, para hacer el momento más especial, la familia fue a comer a un lugar que al niño mayor le encantaba, además de que le hicieron un regalo. Este regalo era super especial, porque se lo mandaba “su hermanita” desde la barriga. “Hermanito, te envió con papá y mamá este regalo para que mientras nazco puedas ir jugando y me esperes con ganas”.
¿Tendrá mi hijo o hija celos de su hermanito o hermanita que va a llegar?
Los celos son un estado afectivo inevitable que en los niños, se caracteriza por el miedo a perder o a ver reducido el cariño de sus padres, debido al nacimiento de un nuevo hermano.
Es un proceso largo que los niños se den cuenta que el amor, con la llegada de un hermanito no disminuye, sino que aumenta multiplicándose. Es cierto que los celos entre hermanos son inevitables, pues en algún momento de la relación pueden aparecer por diversos motivos. No obstante, pese a los diferentes conflictos si los celos son bien gestionados por los adultos responsables, no llegarán a ser un problema grave. Hemos de ser consciente que incluso los adultos sentimos celos en algunas ocasiones y ya que hemos vivido esa experiencia, sabemos que nos gusta o que queremos en esos momentos, por lo que la empatía con nuestro hijo o hija que siente celos debe ser algo prioritario.
Si alguna vez en la vida hemos sentido celos sabemos que es lo que no necesitamos, pues que nos reprochen continuamente nuestra actitud no es algo que nos ayude, ni que nos castiguen por ello, ni que nos den más motivos para sentirnos así, ni mucho menos que nos comparen, todo eso hace que la persona que tiene celos se sienta peor, por tanto, vuestro hijo primogénito empeorará su emoción negativa.
Por otro lado, tampoco podemos permitir toda actitud celosa, ni reír las gracias al niño o darle la razón, pues eso no le ayudará. La seguridad es algo que ayuda a mejorar los celos, pues si nuestro hijo o hija se siente seguro, su miedo a la pérdida disminuye.
Cuando va a nacer un hermanito o hermanita las cosas en el sistema familiar cambian mucho y las rutinas que antes estaban establecidas en ocasiones se pierden o modifican mucho. No debemos perder el norte, es muy importante cuidar los momentos con nuestros hijos. Es muy importante no olvidar que hay momentos para pasar a solas con nuestro hijo o hija y momentos para pasar juntos en familia.
Os recomendamos que demostreis a vuestro hijo o hija que son especiales y que cuides al máximo los momentos de intimidad con ellos, pues si los niños se sienten especiales y notan que compartimos momentos juntos únicos e irrepetibles con ellos, su emoción será más positiva que negativa.
Por otro lado, hacer ver que la persona en cuestión que causa celos es una parte importante en nuestra vida y enseñar a querer al nuevo hermanito o hermanita es clave en el proceso de disminuir los celos. Recomendamos hacer partícipe al hermano o hermana mayor en el cuidado del bebé. Darle responsabilidades y enseñarle a cuidarle desde bien pequeño.
En resumen, si demuestras a tu hijo o hija mayor que no hay de qué preocuparse, que hay tiempo suficiente para que mamá y papá estén a solas con ellos y que es especial y que pueden vivir momentos únicos y mágicos, no tendrá razón para sentirse desplazado o desplazada.
Además, si enseñas a tu hijo o hija mayor a compartir momentos con el hermano pequeño, a disfrutar juntos y a entender que es normal sentir celos, pero no hay que tenerle miedo a perder ni a papá ni a mamá, la relación y el estado emocional de vuestro hijo mayor mejorará.
“La clave radica en transmitir que pese al cambio el amor es incondicional y no perderán, si no que ganarán”.
En cualquier caso, si los padres que esperan un segundo bebé lo viven con naturalidad y mantienen, en la medida de lo posible, las rutinas todo irá bien. Que el hijo mayor siga con sus rutinas y tenga momentos solo con sus padres, es la mejor forma de prevenir los celos y/o de gestionarlos de forma adecuada.
Otro tema muy importante es la comunicación, pues si escuchamos a nuestro hijo mayor y le damos confianza para que exprese cómo se siente con la llegada de un hermanito, podremos resolver todas sus dudas, miedos e inseguridades.
Debemos enseñar a nuestros hijos para que puedan expresar las frustraciones o malestar que puedan sentir. Pues es normal que en ocasiones se sientan tristes. Normalizar y poner nombre a las emociones que sienten nuestros hijos es esencial para poder tener una sana inteligencia emocional. La tristeza y el enfado no son negativos, no debemos evitarlos, sino que es necesario poner palabras a ese sentimiento y ver qué lo está causando. Por ello, debemos prestar atención a nuestro hijo, atenderle y escucharle. Si nuestro hijo está triste porque no jugamos con él tanto como antes, debemos explicarle que la llegada de un bebé a una casa requiere mucha atención y, por supuesto disculparnos y agradecer que nos lo haya contado. Y, organizaremos alguna actividad con nuestro hijo, ya sea juego o momento compartido único.
“No se deben perder los momentos de exclusividad con cada uno nuestros hijos”
Para terminar, os recomendamos algunos cuentos que podéis leer con vuestros peques para preparar la llegada de un hermanito.
“Dentro de nuestra mamá”
“Será un bebé”
“9 meses”
“Cuando yo nací”
“Mi amor”
“Lulú tiene un hermanito”
“Espero un hermanito”
“Adivina cuanto te quiero”
“Tú y yo. El cuento más bonito del mundo”
Andrea Pelegrín,
Psicóloga General Sanitaria
Centro Psicopedagógico Gabaldón Alicante
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