Hoy quería hablaros de un problema que, desgraciadamente, está más presente en nuestra sociedad de lo que nos gustaría: la depresión. Quisiera aproximaros un poco más el mundo de la depresión para que podáis tener las herramientas necesarias para identificarlo a tiempo, tanto en vosotros mismos como en vuestros seres queridos.
Querría comenzar enseñándoos un vídeo que me gusta bastante porque creo que ilustra muy bien todo lo que la depresión engloba para la persona que lo padece: https://www.youtube.com/watch?v=d4S6rYIGXNc&t=2s
¿Alguna vez te has sentido así? Esta pregunta puede llevar a confusión porque no en pocas ocasiones escuchamos a la gente de nuestro alrededor decir: ¡qué deprimido estoy hoy! Y, ay, señores, ¡qué gran error! La depresión no debe confundirse nunca con la tristeza:
Todos sentimos tristeza en algún momento de nuestra vida, pero ésta es una emoción que nada tiene que ver con la depresión, la cual constituiría un trastorno. La depresión se diferencia de la tristeza en términos de intensidad y duración, entre otras cosas. La tristeza es transitoria mientras que la depresión es prolongada en el tiempo y de una intensidad mucho mayor. Entre sus síntomas encontramos:
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Aumento o pérdida considerable de peso.
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Dormir más o menos de la cuenta.
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Pérdida de interés por los placeres de la vida.
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Pérdida, incluso, de las ganas de vivir.
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Pérdida de concentración, fatiga.
Entre algunos otros, todo esto, dándose todos (o casi todos) los días durante al menos dos semanas. De ahí que entendamos la gran diferencia entre poder sentirnos tristes o desanimados un día por un hecho concreto a que esta tristeza interrumpa nuestro funcionamiento diario por un tiempo prolongado.
¿Y de dónde viene la depresión?
La depresión tiene un componente genético. Si de entre tus familiares próximos hay quien la sufre, es probable que tú puedas tener también esta tendencia. Existen depresiones endógenas, sin causa externa aparente.
También hay tipos de depresión exógena, causadas por algún suceso externo. Aunque no hay que olvidar, que, aunque pueda existir algún suceso ambiental que haya detonado la depresión, ésta se mantiene y retroalimenta de sus propios síntomas. Por eso, aunque el evento haya terminado, la depresión se puede mantener a lo largo del tiempo.
La depresión es un trastorno mental que actualmente, según la OMS, afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Es la principal causa de discapacidad y, en el peor de los casos, puede conducir al suicidio.
Si sabes de alguien que está padeciéndola o te reconoces a ti mismo en algo de lo que has leído en esta entrada, el trabajo con un profesional de la salud es esencial para poner en marcha un tratamiento efectivo que nos ayude a salir de ella. Desde Centros Psicopedagógicos Gabaldón estaremos encantados de poder ayudarte a superarla.
Para ello contacta con nuestro equipo y te informaremos acerca del tratamiento a seguir.
Rocío Ródenas
Psicóloga, Terapeuta Familiar
Centros Psicopedagógicos Gabaldón